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lunes, 4 de enero de 2016

Hablemos de: "La historia de Julian", de R.J. Palacio

La historia de Julian
Título original: La historia de Julian 
Autor: R.J. Palacio
Editorial: Penguin random house, Nube de tinta
¿Qué motivos tiene Julian para odiar a August? ¿Será capaz de asumir sus errores y empezar de cero? 

Esta es la historia de Julian, el matón que le hacía la vida imposible a August por ser distinto, por verse diferente. No soporta verlo, no soporta que sea amigo del que antes era su amigo, no soporta que vaya a su colegio... y no es capaz de darse cuenta del impacto que sus actos pueden tener en los demás.


Tengo que empezar diciendo que no he leído La lección de August y que si bien me gustó esta historia, en definitiva no me llama leer el gran libro gordo y azul.

Este era un libro que tenía en mi TBR desde hacía meeeeeses y que sinceramente si no me hubiese animado a tener un Jar para elegir mis próximas lecturas, muy probablemente habría obviado por completo el pequeño libro amarillo.

Sé que últimamente las historias de este tipo, sobre aceptación de las diferencias, lecciones sobre el matoneo y que no debe hacerse, que la tolerancia y la variedad son el pan de todos los días y que deben verse como tal, que una condición física de nacimiento no es algo que te limite ni te haga menos, sino que todo lo contrario: te hace valioso y especial, han estado sonando bastante. Pasando por las historias sobre niños con cáncer o extrañas enfermedades superándose a si mismos y a los prejuicios para ir más allá en la vida, triunfar, tener amigos y amar, a las historias sobre la comunidad LGBTI y la manera en que ahora más que nunca la existencia y el aceptar que tus preferencias no te hacen menos ser humano está en discusión y es vigente.

Y aunque estos son temas muy válidos, muy bien trabajados en muchos sentidos y bastante importantes para que lectores en formación nos acerquemos a ellos, creo que hasta cierto punto se pasan de descarados en sus maneras de descripción y acaban logrando el efecto contrario al que buscan, en mi opinión acaban espectacularizando y separando las condiciones antes mencionadas. Por supuesto que muchos dirán "no es una historia sobre cáncer" o, "no es una historia al respecto de la enfermedad de un chico, es un historia sobre la importancia de ser amables" pero por desgracia en muchas ocasiones, es más la temática y la excusa lo que queda en la cabeza que necesariamente la historia completa y su trama.

Ahora, se estarán preguntando, ¿por qué si digo todas estas cosas sobre estos libros acabé por darle una puntuación tan relativamente buena a La historia de Julian? Bueno, la razón es esta, vi reflejada en la historia una realidad que no necesitó de un número exagerado de sufrimiento, reflexiones o frases filosofadoras dignas de citar para hacerse entender y exponer su historia de una muy buena forma desde el punto de vista de un niño que se ve enfrentado con lo variado y diferente que puede ser el mundo.

Ahora sí hablemos de los aspectos puntuales del libro.

Los personajes

Aunque esta entrega no nos presenta muchísimos personajes y ahonda o deja ver a realmente muy pocos, hace una muy buena caracterización de los que vemos por medio de sus acciones y sus palabras.
De Julian no quiero hablar de a mucho porque en realidad no hay mucho que se pueda decir de él más allá de lo que resulta evidente, es un chico asustado que reacciona extremadamente mal al miedo y ataca aquello que le parece distinto, lo aísla, lo aleja y quiere eliminarlo de su entorno.

En realidad son los otros personajes, esos en cuyas cabezas no estamos en la narración, pero que nos dan excusa para evaluarnos a nosotros mismos y a nuestras acciones. De manera especial, quisiera hablar de los padres de Julian, un par bastante curioso y confundido, que como son presentados parecen más los chiquillos que la historia que su propio hijo. Con un entendimiento de las prioridades que realmente NECESITA ser re-ordenado, aunque la lección principal de la historia es para Julian, no sobraría decir que mucho de lo que es un niño a esa edad es gracias a lo que son y enseñan aquellos mayores que le rodean.
En realidad todos los adultos en esta historia son dignos de mención por una u otra cosa, son épicos, ridículos, autosuficientes e increíblemente ignorantes en su posición de creer que lo saben todo. Solo uno de ellos es todo lo contrario a lo que parecería y hablo de un personaje que solo vemos en unas cortas poquísimas páginas de la historia, pero que con su honestidad acaba por desenredar toda la historia. No quiero decir mucho más al respecto de ella para no acabar spoileando la historia ni como va.
Pero terminaré de hablar de los personajes diciendo que todos, cada mención hecha es digna de ser atendida, por relevante o irrelevante, por importante que fuera su parte o no, y sin importar la edad. Lo que acaban importando son las acciones de los personajes y es esto lo que los define, los hace y los construye.

La trama general.

La historia es una bellísima y lo diré en pocas palabras, tal como las páginas del libro, logra expresar su complejidad, al tiempo tan simple en tan pocas páginas donde nada sobra y tampoco falta.

Opinión general.

De primera mano desde muy pequeña tuve la oportunidad, la gracia y en algunos momentos el reto de convivir con lo que muchos llaman erróneamente "niños especiales", i mean, todos somos especiales primero que todo (vale, sí, gracias Barney, lección aprendida) y en segunda las personitas con las que conviví toda mi vida escolar, eran chicos y chicas con discapacidades cognitivas, pero no por eso retardados, bobos o aislados sociales. Tuve la suerte de vivir en un entorno de educación inclusiva para todo tipo de personas; desde chicos que aprendíamos a un ritmo inusualmente rápido a aquellos que les tomaba más tiempo, ayuda y esfuerzo pero que finalmente llegaban a la misma meta. Crecí al lado de niños con síndrome de Down, parálisis cerebral, discapacidades físicas, malformaciones de nacimiento y muchísimo más.
Desde siempre vi como niños como yo "normales" a los ojos de la sociedad nos sentíamos atemorizados de relacionarnos con aquellos que eran distintos, como los dejábamos de lado o les asignábamos los peores personajes para nuestros juegos del recreo. Todos éramos un Julian, asustados de aquello que era distinto y juzgando sin conocer o sin atrevernos a pensar, tal vez un poco más a fondo sobre lo que estábamos haciendo.
Siempre los que más miedo tenían eran los padres, temerosos de que "esos niños" pudieran irse de la mano y hacernos daño, o no se midieran y nos, golpearan, mordieran o actuaran de maneras inadecuadas. Eventualmente ellos también aprendieron, no sin antes haber intentado justificar nuestro miedo.
Hoy pienso, y este libro aporta muchísimo a ese pensamiento, que el mundo sería realmente hermoso si todo el mundo pudiera tener la oportunidad de crecer con la diferencia y de darse cuenta que ellos mismos, por más normales, también son distintos de alguna manera.

Les cuento todo esto para poner un poco de contexto en mis opiniones, pues después de todo mi interpretación del texto es bastante personal en ese sentido y de ahí viene un poco el por qué de su puntuación.

4/5 para un libro que me sorprendió.

2 comentarios:

  1. Hola! Primero que todo me ha gustado mucho tu blog es muy lindo sobretodo la cabecera, y es una muy buena historia, merece la pena leerla, Ya te sigo desde la iniciativa de blogs asociados y significaria mucho para mi que le dieras un vistazo a mi blog, y me des tu opinion: http://afliccionesydelirios.blogspot.com/

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  2. Que bonito blog que tenes, te sigo inmediatamente. Con respecto al libro, no lo he leído. Quiero leer La lección de August y todavía no lo he hecho. Te invito a pasarte por mi blog, un beso

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